20 agosto, 2025

Buenos resultados en trampas lumínicas del INYM para el marandová y proyección para optimizar la iniciativa y el manejo de la plaga en yerba mate

Los primeros resultados del monitoreo del funcionamiento de trampas lumínicas para prevenir el ataque del marandová en yerba mate, impulsado por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), evidencian la importancia de continuar dicha iniciativa, enriqueciéndola con más indicadores para la detección temprana de la plaga y extendiendo la iniciativa a toda la zona productora.

Entre los meses de Diciembre de 2023 y Junio de 2024 se detectaron ataques de marandová en chacras de productores yerbateros ubicados en Concepción de la Sierra e Itacaruaré, generando daños económicos en el cultivo, en algunos casos, hasta con el 100% de afectación. Tras esos episodios y teniendo en cuenta que el problema también se había manifestado años anteriores, el Servicio de Extensión Yerbatero (SEY) del INYM instaló, en diciembre de 2024, un total de 3 trampas lumínicas en diferentes lotes de la zona sur de la provincia de Misiones para realizar un seguimiento de la plaga (con visita a los lugares dos veces por semana) y poder recabar información útil para su manejo.

A la fecha, el resultado, en base a 187 registros concretados, indica “una presencia extremadamente baja durante el período de monitoreo, lo que sugiere condiciones climáticas o fenológicas desfavorables para la proliferación de esta plaga”, de acuerdo a lo que se detalla en el informe del SEY.

El monitoreo contempló aspectos como tipo de trampa (luz), conteo de marandová, capturas de otros insectos, coordenadas geográficas, fertilización, fecha de cosecha, entre otros.

Se observaron 2 picos de presencia de la plaga en la zona, coincidente con la temporada de brotación de Diciembre de 2024 – Enero de 2025 y a principios de Junio de 2025. “Una vez detectados adultos, se realizó un monitoreo en el lote para identificar ataques tempranos y poder tomar decisiones. Cabe indicar que la presencia de adultos se correlacionó con larvas L1 y L2 en los lotes, pero no fue necesario realizar ningún tipo de control por la baja presencia de larvas, que no indicaban un daño económico para el cultivo y que luego fueron controladas por enemigos naturales como Arilus carinatus (Vinchuca Marrón o Chinche Rueda) y Apiomerus sp. (Vinchuca negra o chince negra), entre otros”, describieron los ingenieros Alejandro Giménez y Matías Skromeda en el informe del SEY.

También se detectó “una alta biodiversidad entomológica, que puede tener efectos positivos o negativos sobre los sistemas agrícolas, según las especies y sus roles ecológicos”. Se trata de mosquitos (Culicidae), cascarudos (Chrysomelidae), hormigas (Formicidae), chinches (Pentatomidae) y grillos y saltamontes (Orthoptera). “Estos registros constituyen una valiosa fuente de información para futuras investigaciones sobre la entomofauna asociada a los agroecosistemas”, observaron los profesionales.

Sobre la baja incidencia de marandová, el informe del SEY manifiesta que podría explicarse por los siguientes factores: la predominancia de hojas maduras, menos tiernas y nutritivas, que reduce el atractivo y la disponibilidad de alimento para las larvas; la presencia de una fauna entomológica diversa que ejerce un control biológico sobre las poblaciones de esta plaga, ya que numerosos depredadores, como arañas y chinches predadoras, atacan huevos y larvas de marandová, limitando su proliferación; la existencia de coberturas vegetales y prácticas de manejo del suelo que modifican el microhábitat y crean condiciones desfavorables para el desarrollo y reproducción del insecto; y la implementación de prácticas de fertilización equilibradas dado que hay estudios indican que el aumento del contenido de nitrógeno y la turgencia celular en los tejidos foliares puede hacer al cultivo más atractivo para la oviposición y alimentación del marandová.

En esa línea, se recuerda que “diversos tipos de estrés, como el hídrico (sequías o encharcamientos), nutricional (deficiencias o excesos de nutrientes) y mecánico (daños por poda o heladas), pueden debilitar la planta y aumentar su susceptibilidad al ataque de plagas como el marandová”. Es decir, “plantas estresadas suelen emitir señales químicas que atraen a insectos herbívoros, además de reducir sus defensas naturales, lo que puede facilitar la colonización y proliferación de la plaga”.

Cabe destacar la importancia de la biodiversidad en el agroecosistema. “Una comunidad entomológica variada sugiere un sistema más equilibrado en comparación con sistemas intensivos altamente simplificados. Algunas de las especies registradas, aunque no identificadas con precisión en la planilla, podrían incluir enemigos naturales del marandová, tales como Reduviidae (chinches asesinas), Nabidae (chinches damisela), arácnidos depredadores e insectos parasitoides (por ejemplo, Trichogramma). La ausencia de tratamientos fitosanitarios puede favorecer la conservación de estos agentes de control biológico, lo cual resulta deseable desde una perspectiva agroecológica”, ponderaron, en el informe, los ingenieros Giménez y Matías Skromeda.

Según investigaciones, las infestaciones de marandová suelen ser esporádicas, pero pueden incrementarse rápidamente bajo condiciones óptimas, especialmente durante la brotación activa en primavera y verano. Por ello, resulta fundamental mantener una vigilancia constante durante estos períodos para lograr un manejo oportuno y eficaz.

Proyección

Con la mirada puesta en toda la zona yerbatera y el objetivo de la detección temprana de posibles brotes de marandová, el Servicio de Extensión Yerbatero del INYM prevé continuar con el monitoreo periódico, especialmente durante las etapas de brotación primaveral y estival en la nombrada zona, e integrar datos climáticos (temperatura, precipitaciones y humedad relativa) en cada registro, utilizando información de estaciones meteorológicas o sensores locales para mejorar el análisis de correlación con la presencia de la plaga.

También, optimizar la distribución espacial de las trampas lumínicas, que son económicas y de fácil fabricación, priorizando áreas con antecedentes de infestación o condiciones predisponentes (suelos fértiles, alto contenido de nitrógeno, cobertura vegetal densa); profundizar la identificación de la fauna entomológica acompañante para evaluar su potencial en el control biológico y orientar estrategias agroecológicas; capacitar a técnicos/as y productores/as en el reconocimiento de la plaga, los daños asociados, el uso correcto de trampas y las prácticas de manejo integrado, promoviendo un enfoque preventivo y sustentable, e incorporar de manera sistemática observaciones sobre el estado fenológico del cultivo y datos de manejo agronómico (tipo y dosis de fertilización, podas de cosecha, entre otros), para una interpretación más precisa de los factores que inciden en la dinámica poblacional de la plaga.

Gentileza.- Cristina Besold

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