Los cultivos de invierno tendrán la oportunidad de desplegar su máximo potencial productivo, siempre y cuando se los acompañe con una estrategia precisa de nutrición.
Con el buen potencial productivo que se observa para la campaña de cereales de invierno 2025 en muchas regiones del país, Yara Argentina acompaña el comienzo del ciclo con recomendaciones técnicas enfocadas en una nutrición eficiente, precisa y alineada con los objetivos de rendimiento y calidad.
El punto de partida es el diagnóstico del lote. Por eso, se recomienda realizar un análisis de suelo para detectar deficiencias que puedan limitar el crecimiento del cultivo. Uno de los nutrientes que demuestra niveles por debajo del umbral, 1 ppm, en varias zonas del país es el zinc, con alta probabilidad de respuesta a su aplicación. En base al sistema de recomendación de análisis de suelo de la compañía, el 87 % de los análisis registrados, están por debajo del umbral. Otros parámetros a prestar atención son la materia orgánica y el pH, con marcada influencia en la estructura del suelo y también en la disponibilidad de nutrientes. El uso prolongado de urea como fertilizante nitrogenado contribuye a la acidificación del suelo, lo que a su vez provoca la disminución de bases (como calcio y magnesio), afectando la salud del suelo y generando un impacto negativo en la productividad de los cultivos.
Durante la siembra, el uso de fertilizantes arrancadores balanceados -que aporten más que solo fósforo- favorece una implantación pareja y un crecimiento inicial vigoroso. Así, fertilizantes arrancadores como YaraMila NITROCOMPLEX ZAR ofrecen un aporte balanceado de nitrógeno, fósforo, potasio, azufre, magnesio y zinc en un solo gránulo. Al momento de refertilizar con nitrógeno, se recomiendan fuentes a base de nitrato, que ofrecen una disponibilidad rápida para el cultivo y mayor eficiencia en el uso del nutriente.
A lo largo del ciclo, las herramientas digitales permiten sincronizar el manejo de la nutrición con la demanda del cultivo. El monitoreo satelital ayuda a detectar variabilidad dentro del lote y evaluar la aplicación de dosis variable, optimizando la distribución del fertilizante, a través de mayor dosis en las zonas de mayor respuesta. Los resultados obtenidos arrojan un incremento del rendimiento por encima del 3%, comparado con dosis fija. Las franjas de suficiencia y la medición de clorofila en hoja mediante dispositivos portátiles como N-Tester permiten ajustar la fertilización foliar con nutrientes claves como nitrógeno y azufre, claves para alcanzar los niveles de proteína deseados en el grano.
En esta campaña de alto potencial y óptima humedad en los perfiles, el manejo nutricional es fundamental para achicar las brechas de rendimiento. Para transformar ese potencial en resultados concretos, Yara integra en su solución Cerealplus fertilizantes específicos de alta calidad y tecnología, herramientas de monitoreo, y conocimiento respaldado en resultados locales.
Gentileza.- Micaela Sierra Pino
